Nosotros

41 largos días

Celia Garrido recibe el alta después de 41 días ingresada, algunos de ellos en la UCI. Así nos lo cuenta Celia.

Hemos soñado tanto mis padres y yo con este momento… el de poder entrar por fin a nuestra casa y hacerlo los tres juntos.

41 días sin poder ver a mi perrita, dormir en mi cama, estar con mi familia, sin mis amigos…

Realmente está separación del mundo es lo que más me duele, incluso más que todas las pruebas tan duras que he tenido que soportar.

Este ingreso ha sido muy grave, siempre lo he sabido, porque de repente te ves rodeada de muchísimos médicos diferentes, y los oyes hablar, ves su cara de preocupación y un poco más tarde te ingresan en la UCI con un montón de cables enganchados, oxígeno, una sonda , una vía central en el cuello…y piensas oh oh esto no va bien.

Me lo confirma verme dentro de una ambulancia hacia Córdoba.

He intentado estar tranquila a pesar de todo, confiar en los médicos, en la fuerza que me transmitían mis padres, siempre he pensado en salir lo antes posible de allí.

Y bueno lo hemos conseguido, después de 14 días en aquel lugar que es verdad que te provoca miedo y soledad, porque he estado muchos horas también sola. Tengo que decir que todo el personal sanitario me ha tratado de maravilla y me ha salvado la vida.

También al personal de Jaén le quiero agradecer su cuidado y atención, especialmente a las enfermeras y auxiliares de la tercera del maternal del Hospital Universitario de Jaén que estaban muy preocupadas por mí, ellas son como de mi familia.

Después de seis días en planta de cardiología ya estoy en mi querido Jaén. Tenemos que volver al Hospital Universitario Reina Sofía el 28 de noviembre a revisión.

Todavía tengo que recuperarme en casa, quería ir al instituto ya, pero no puede ser todavía, ni a mis clases de canto, ni de inglés, tengo que tener una poca más de paciencia. Más paciencia…

Mi corazón estaba casi en parada cuando ingresé en la UCI, a un 10% de actividad y ahora está al 40%, no está mal, pero de fuerzas ando flojilla, y solo puedo desplazarme pocos metros andando.

De broma os digo que tengo las mismas pastillas que una abuelita de 80 años, y un informe médico que parece un testamento, no lo he leído la verdad, me dice el cardiólogo que podría escribir un libro, jajaja.

Muy en serio ahora quiero agradeceros a todas las personas que me habéis apoyado, que habéis rezado por mi familia y nos habéis enviado en forma de energía y cariño vuestro deseo de que me curase. Lo sé, también lo he sentido y habéis sido muy importantes para mí.

Necesitamos contar con vosotros porque la investigación tiene que continuar, no se sabe todavía la causa de que se me inflamase el corazón, pero creemos mis padres y yo que es fruto de tanto días de hospital, de tratamiento agresivos, que me debilitan y hacen que pasen estas cosas.

Estoy segura de que todos juntos como ahora podemos conseguir vencer algún día al déficit de factor V, después de lo que hemos superado tiene que ser así, lo voy a intentar con más fuerza que nunca.

Gracias de corazón por esta cadena de amor que todo lo puede.

Celia Garrido Extremera

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