El domingo por la tarde comenzó a tener una leve molestia en la zona de la rodilla, no parecía importante y se fue a Córdoba a retomar sus clases después de Semana Santa.
Por la noche el dolor había aumentado tanto hasta no poder desplazarse a la cocina y la rodilla estaba inflamada al doble que la otra.
11:00 Pm «Mamá no puedo andar casi ni para preparar la cena».
Ya por la mañana tuvimos que ir a su auxilio con un dolor insoportable que casi hacía imposible poder mantener la calma. El camino un suplicio parece que estuviéramos viajando al fin de mundo de lo largo que se nos hizo.
Al llegar a urgencias de Jaén ya con los hematólogos sobre aviso fue atendida, está vez sí, rápidamente y la estabilizaron en observación.
Ya nos dieron el diagnóstico: «Tiene un hermatro de rodilla, un derrame bastante importante».
Tuvieron que hacerle un drenaje para sacar la sangre acumulada y ahí pudo descansar un poco del dolor.
Motivo de este sangrado, ninguno aparentemente, ni se ha dado golpe, ni ha caído…creemos que pueda ser de estar de pie viendo alguna procesión.
Increíble pero cierto. Una cosa es lo que parece y otra lo que es.
La enfermedad de Celia es muy grave aunque a la vista no se vea. Y el peligro de sangrado es continuo.
Y aquí está otra vez a base de corticoides, transfusiones, con reposo casi absoluto y alejada del mundo que es lo que a ella más la hace sufrir y mira que el dolor físico no ha sido poco.
NUEVE días y los que queden hasta la completa recuperación.

Cómo madre podría contaros tanto… cómo nos sentimos, nuestra tristeza y desconsuelo de ver a nuestra hija sufrir una vez más, y a esto a pesar de lo que se piensa no se acostumbra nadie y nos apena mucho que nos lo digan.
Quiero que sepáis que cada vez es más difícil, que no somos robots, ni tan fuertes, somos personas de carne y hueso y necesitamos consuelo, sobre todo nuestra hija.
Os iremos contando la evolución de Celia.
GRACIAS a todos los que seguís nuestra historia porque sois un gran apoyo para nosotros.